Mi primer carnet de socio tiene fecha de Agosto de 1968 (si, yo sí soy "hombre de fútbol" queridos jugadores y entrenadores porque llevo viendo mucho más fútbol que vosotros). Mi primer recuerdo nítido de un partido en Nervión es de un encuentro contra el Athletic de Bilbao en la temporada 69/70 o 70/71. Ese partido lo perdimos ganamos 3-2 después de ir perdiendo 0-1, remontar y empatar los bilbainos faltando cinco minutos. Aunque marcó Bergara a tres minutos del final, se estuvo pitando al equipo desde que se marcó el 0-1.
Recuerdo años después un empate a tres con el Elche después de ir perdiendo 0-3, donde se pitaba al equipo cada vez que tocaba el balón por su mal juego. No se me olvida una eliminatoria de Copa contra el Barcelona en los 90 donde perdíamos 0-4 y todo el estadio gritaba "¡peseteros,peseteros!". No puedo olvidar muchos, muchísimos partidos donde si el Sevilla no estaba bien, se empezaba a pitar y a criticar desde el minuto 1; ¿cómo olvidar aquel partido contra el Español hace apenas cinco años?.
Desde ese año 1968, ya tenía yo constancia de que camino de Cádiz había otro club. Un club famoso por su arte, su "grasia" y su salero. Un club conocido en todo el universo por sus abuelas, vacas, rifas y autobuses. Club famoso porque sus seguidores entonaban un grito de guerra con tintes de balido desde el minuto uno de cada partido aunque fueran perdiendo (que era lo habitual), ya que tenían la mejor afición del mundo. . .
Y yo orgulloso; muy orgulloso y presumiendo por ser de un equipo donde se pitaba a los jugadores sin esperar al final del partido; sin entonar ningún grito de guerra ni de ánimo cuando perdíamos porque nuestros jugadores, nuestros empleados no cumplían con su trabajo. Así lo viví desde pequeño y así lo siento. . .y lo añoro.
Estoy harto de que mi afición se "Heliopolice", estoy harto de que me pidan que anime y que no deje de animar hasta el final del partido porque les pongo nerviosos y tensionados. Esta afición ha hecho cosas impensables en una ciudad y con unas nóminas como las nuestras. Esta afición ha hecho malabares para no dejaros sólos nunca. Esta afición, queridos asalariados míos, se ha pegado muchos viajes sin dinero ni medios para animar en campos que ustedes ni siquiera sabeís que existieron (porque hubo un Carlos Tartiere antes del actual ¿sabeis?).
Asi que por favor, no pidaís más apoyo ni ánimos, no intentéis echar a más entrenadores y empezar a trabajar de una vez.
Recuerdo años después un empate a tres con el Elche después de ir perdiendo 0-3, donde se pitaba al equipo cada vez que tocaba el balón por su mal juego. No se me olvida una eliminatoria de Copa contra el Barcelona en los 90 donde perdíamos 0-4 y todo el estadio gritaba "¡peseteros,peseteros!". No puedo olvidar muchos, muchísimos partidos donde si el Sevilla no estaba bien, se empezaba a pitar y a criticar desde el minuto 1; ¿cómo olvidar aquel partido contra el Español hace apenas cinco años?.
Desde ese año 1968, ya tenía yo constancia de que camino de Cádiz había otro club. Un club famoso por su arte, su "grasia" y su salero. Un club conocido en todo el universo por sus abuelas, vacas, rifas y autobuses. Club famoso porque sus seguidores entonaban un grito de guerra con tintes de balido desde el minuto uno de cada partido aunque fueran perdiendo (que era lo habitual), ya que tenían la mejor afición del mundo. . .
Y yo orgulloso; muy orgulloso y presumiendo por ser de un equipo donde se pitaba a los jugadores sin esperar al final del partido; sin entonar ningún grito de guerra ni de ánimo cuando perdíamos porque nuestros jugadores, nuestros empleados no cumplían con su trabajo. Así lo viví desde pequeño y así lo siento. . .y lo añoro.
Estoy harto de que mi afición se "Heliopolice", estoy harto de que me pidan que anime y que no deje de animar hasta el final del partido porque les pongo nerviosos y tensionados. Esta afición ha hecho cosas impensables en una ciudad y con unas nóminas como las nuestras. Esta afición ha hecho malabares para no dejaros sólos nunca. Esta afición, queridos asalariados míos, se ha pegado muchos viajes sin dinero ni medios para animar en campos que ustedes ni siquiera sabeís que existieron (porque hubo un Carlos Tartiere antes del actual ¿sabeis?).
Asi que por favor, no pidaís más apoyo ni ánimos, no intentéis echar a más entrenadores y empezar a trabajar de una vez.