No hay derrota en el corazón de quien lucha

viernes, 24 de septiembre de 2010

Como decíamos ayer . . .

Lo de anoche era impensable hace pocos años.

Mi primer carnet de socio tiene fecha de Agosto de 1968 (si, yo sí soy "hombre de fútbol" queridos jugadores y entrenadores porque llevo viendo mucho más fútbol que vosotros). Mi primer recuerdo nítido de un partido en Nervión es de un encuentro contra el Athletic de Bilbao en la temporada 69/70 o 70/71. Ese partido lo perdimos ganamos 3-2 después de ir perdiendo 0-1, remontar y empatar los bilbainos faltando cinco minutos. Aunque marcó Bergara a tres minutos del final, se estuvo pitando al equipo desde que se marcó el 0-1.

Recuerdo años después un empate a tres con el Elche después de ir perdiendo 0-3, donde se pitaba al equipo cada vez que tocaba el balón por su mal juego. No se me olvida una eliminatoria de Copa contra el Barcelona en los 90 donde perdíamos 0-4 y todo el estadio gritaba "¡peseteros,peseteros!". No puedo olvidar muchos, muchísimos partidos donde si el Sevilla no estaba bien, se empezaba a pitar y a criticar desde el minuto 1; ¿cómo olvidar aquel partido contra el Español hace apenas cinco años?.

Desde ese año 1968, ya tenía yo constancia de que camino de Cádiz había otro club. Un club famoso por su arte, su "grasia" y su salero. Un club conocido en todo el universo por sus abuelas, vacas, rifas y autobuses. Club famoso porque sus seguidores entonaban un grito de guerra con tintes de balido desde el minuto uno de cada partido aunque fueran perdiendo (que era lo habitual), ya que tenían la mejor afición del mundo. . .

Y yo orgulloso; muy orgulloso y presumiendo por ser de un equipo donde se pitaba a los jugadores sin esperar al final del partido; sin entonar ningún grito de guerra ni de ánimo cuando perdíamos porque nuestros jugadores, nuestros empleados no cumplían con su trabajo. Así lo viví desde pequeño y así lo siento. . .y lo añoro.

Estoy harto de que mi afición se "Heliopolice", estoy harto de que me pidan que anime y que no deje de animar hasta el final del partido porque les pongo nerviosos y tensionados. Esta afición ha hecho cosas impensables en una ciudad y con unas nóminas como las nuestras. Esta afición ha hecho malabares para no dejaros sólos nunca. Esta afición, queridos asalariados míos, se ha pegado muchos viajes sin dinero ni medios para animar en campos que ustedes ni siquiera sabeís que existieron (porque hubo un Carlos Tartiere antes del actual ¿sabeis?).

Asi que por favor, no pidaís más apoyo ni ánimos, no intentéis echar a más entrenadores y empezar a trabajar de una vez.

2 comentarios:

Juan Angel de Tena dijo...

Que bueno que estes de vuelta querido amigo.
Sintetizando tu post, el mio de anoche lo titule "que cada palo aguante su vela".
Yo entiendo que Antonio Álvarez tiene su responsabilidad, la maxima en el plano tactico y deportivo.
Pero hay que analizar mas factores y no creer que que el tema del entrenador es el unico.
Ahora ya no esta el escudo de Jimenez, a ver a donde van a hora las pedradas..
Un abrazo y lo dicho, que me alegro que estes de vuelta.

Nacho Mateos dijo...

Me he llevado una gran alegría cuando he visto Les Corts 1946 arriba en la blogosfera de mi blog.

Muy bueno tu post, muchas felicidades.

Saludos.